Sobre sociedades, empresas y profesiones liberales

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En el debate público y periodístico de la semana pasada, por diferentes circunstancias, estuvo muy presente el juego, no siempre preciso, de conceptos como profesional, empresa y sociedad (profesional). A quién les escribe, no deja de sorprenderle con que ligereza se manejan dichos conceptos, confundiendo el debate, consciente o inconscientemente.

Parece claro que cualquier actividad profesional (liberal) con contenido económico puede constituir una actividad empresarial, pero que no todas aquéllas actividades son automáticamente actividades empresariales. Es pacífico que para que dichas actividades económicas constituyan actividad de empresa, han de concurrir en ellas elementos como la organización de medios y la profesionalidad en el ejercicio, entendida como un ejercicio público y constante de la actividad. De ello se infiere que una actividad profesional, como cualquier otra, podrá ser empresarial o no en función de su modo o forma de ejercicio.

Junto a ello, conviene tener clara la diferencia entre empresa y sociedad, algo que puede parecer obvio pero que no siempre se respeta en el discurso público. A ésta cuestión ya me he referido con detalle en este post, por lo que no os vuelvo a aburrir con ello.

Por otro lado, en el ámbito de la prestación asociada de servicios profesionales, es preciso también tener en cuenta la posibilidad de constituir sociedades profesionales en sentido estricto, reguladas por la Ley de Sociedades Profesionales, entendidas como el profesional persona jurídica, que se convierte el centro de imputación de relaciones jurídicas. A la cuestión de las sociedades profesionales y las sociedades DE profesionales me he referido también con detalle aquí.

Finalmente, aparece Hacienda, con la consideración que de la obtención de rentas por parte de profesionales a través de sociedades interpuestas que mantiene desde hace unos años hace, y que resulta criticable por cuanto conduce a la negación de la persona jurídica, llevada al extremo.

Para un análisis de esta problemática y de sus aspectos principales, os remito a este post de mi compañero Ignacio Martín en Lawyerpress.

Espero os sea de utilidad.

 

 

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  1. isabel Fernandez 2 feb 2015 | reply

    ése es el concepto de empresa para nosotros los mercantilistas. EN derecho de la competencia es más amplio……

    • Luis Cazorla 2 feb 2015 | reply

      Mil gracias Isabel por comentar! Ya, ya..en competencia quizá sea más correcto hablar de operadores económicos, como concepto que desborda al de empresario…Bss

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