Inicio con este post la serie que avancé, de pequeñas entradas en las que recogeré a modo de esquema o ideas más menos desordenadas algunas cuestiones teóricas básicas de Derecho Mercantil, sobre la base de dos premisas (1) se trata de materiales fundamentalmente dirigidos a estudiantes y (2) en modo alguno tienen un ánimo científico técnico sino simplemente divulgativo.
Comienzo con el concepto de empresario:
1) La definición legal de empresario parte del artículo 1.1 del CdC, que hace referencia al empresario persona física y al empresario persona jurídica o sociedades mercantiles. Más allá de la literalidad del precepto (haciendo referencia a comerciantes y al propio código de comercio por motivos históricos), hay que entender que existe empresario persona física cuando se tiene capacidad para el desarrollo de dicha actividad (ex artículo 4 CDC) y se desarrolla habitualmente (de forma profesional).
2) A lo anterior la doctrina ha añadido tradicionalmente los requisitos de (1) ejercicio en nombre propio y (2) organización (el empresario organiza elementos materiales e inmateriales para la producción de bienes o servicios al mercado).
3) El empresario persona jurídica son las sociedades mercantiles (compañías) constituidas con arreglo a la legislación mercantil (CdC según el artículo 1 del propio CdC). En este caso nos encontramos con la división entre sociedades capitalistas (SA o SL por ejemplo) y personalista (Sociedad colectiva).
4) La definición de empresario en esos términos se ha visto erosionada en los últimos años por (1) la aparición del concepto de operador económico como criterio subjetivo de aplicación de muchas normas (por ejemplo LDC), (2) la propia definición de empresario a efectos de la normativa de consumidores (artículo 4 del TRLCyU) y finalmente, (3) el desafortunado invento del emprendedor, a cuya relación con el empresario nos hemos referido en varias ocasiones en el blog, por ejemplo aquí.
El concepto de empresario, como el de Derecho Mercantil vinculado a la actividad empresarial en sentido estricto, parecen estar en crisis y en vías de sustitución por términos y conceptos más amplios como el de operador económico y emprendedor.
