A principios de septiembre, mi amigos de www.ensilencio.es, me hacían una pequeña entrevista para su web, en la que hablábamos de todo un poco, actualidad jurídica, mercantil, de la abogacía y de la universidad. Os dejo el link a dicha entrevista para que podáis leerla y comentar lo que os resulte de interés. En todo caso, en ella surge una cuestión que entiendo que está en la base de muchos de los comportamientos conformistas en lo profesional: el miedo al fracaso. Os transcribo lo comentado en la entrevista en relación con el camino hacia éxito en el ejercicio de la abogacía actual:
«El mundo de la abogacía es ciertamente competitivo, muy en particular, en un mercado como el español en el que existe un exceso de oferta, pero como en cualquier campo profesional y, en general, en la vida, los elementos esenciales para progresar son el esfuerzo, la ilusión, la voluntad, el trabajo y la constancia, principios de actuación cuya observancia en el medio y largo plazo permite conseguir, muy a menudo, lo que uno se proponga. La compleja situación actual del mercado legal, demanda profesionales que conecten con el cliente, que sepan trabajar en equipo y que gocen de una alta cualificación técnica y de capacidad de arriesgar y asumir retos, lo que de forma generalizada se ha venido a denominar en los últimos tiempos “emprender”. El mercado demanda y valora buenos abogados y el buen abogado ha de reunir los atributos expuestos. En todo caso, me da la sensación que el éxito, concepto ciertamente subjetivo, se encuentra socialmente sobrevalorado, mientras que el fracaso se “demoniza”. Detrás de un éxito hay generalmente varios fracasos previos bien asumidos y digeridos, así que hay que perder el miedo a fracasar, lo que muchas veces te impide salir de tu zona de confort.»
El éxito llega -¿qué es el éxito?- después de haber fracasado varias veces y seguramente sólo es un éxito sólido y estable, si de los previos fracasos se ha sabido extraer lo positivo que nos enseñan. El fracaso tiene un poder formador e instructivo para quién lo sufre en sus carnes mucho más intenso que el del éxito que, en buena medida, debilita.
Os dejo una cita de Elisabeth Kluber-Ross al respecto
«Las personas más bellas con las que me he encontrado son aquellas que han conocido la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida, y han encontrado la forma de salir de las profundidades. Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que los llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa. La gente bella no surge de la nada.»