Taxonomía y finanzas sostenibles: el nuevo planteamiento UE

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La taxonomía de la UE es la herramienta indispensable para que los inversores puedan identificar los productos o inversiones sostenibles, o lo que es lo mismo, puedan comprender si una actividad económica es ambientalmente sostenible. Esta mayor facilidad de identificación de los activos sostenibles les va a permitir planificar y responder a las oportunidades de inversión, integrando los factores de sostenibilidad en sus decisiones de inversión. De esta manera, los inversores se van a ver favorecidos y, se espera que a corto plazo la taxonomía les genere notables beneficios, como ya se ha hecho notorio en la práctica con algunos tipos de productos.

El objetivo principal de la taxonomía es convertirse en el lenguaje común entre inversores, emisores, legisladores y empresas, contribuyendo a aumentar la confianza en que efectivamente las inversiones verdes cumplen con unos principios y estándares ambientales sólidos y transparentes, alineados con los compromisos del Acuerdo de París y los ODS. En este sentido, los inversores no serán los únicos beneficiados de esta herramienta, ya que también será útil para las empresas, los emisores y los promotores de proyectos, a quienes posibilitará la transición a una economía baja en carbono y eficiente en recursos en la UE.

La profesora Tapia Sánchez analiza en su extenso y detallado trabajo publicado recientemente en la Revista de Derecho de Mercado de Valores 27/2020 (La taxonomía UE: una regla de oro de las finanzas sostenibles), el anclaje de la taxonomía en el impulso de las finanzas sostenibles como uno de los principios fundamentales que inspiran la acción de la UNE en los mercados financieros.

Destaca entre sus conclusiones la profesora Tapia que «el «Plan de Acción en Finanzas sostenibles» UE de 2018 señala que el establecimiento de un sistema de clasificación unificado de actividades sostenibles es la medida más importante y urgente de todas las previstas en el Plan para permitir la reorientación de los flujos de capital (público y privado) hacia inversiones sostenibles. En este nuevo entorno de desarrollo sostenible, los operadores y autoridades del mercado financiero tienen ante sí dos retos a corto plazo: El primero de ellos, determinar qué es una inversión o producto sostenible para evitar el «greenwashing». El segundo consiste en crear un marco normativo claro y armonizado para que las empresas cuando presentan la información financiera sobre la sostenibilidad la presenten de una forma homogénea y comparable en toda la Unión Europea. La taxonomía de la UE para actividades sostenibles, va a permitir que los inversores comprendan la proporción de las inversiones subyacentes al producto financiero en actividades económicas medioambientalmente sostenibles, en forma de porcentaje sobre el total de la inversión; lo que ya ha sido calificado como «rating ecológico» de una inversión.

El «Reglamento (UE) 2020/852 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 18 de junio de 2020 relativo al establecimiento de un marco para facilitar las inversiones sostenibles y por el que se modifica el Reglamento (UE) 2019/2088» (RIS 2020), y su posterior desarrollo a través de actos delegados de la Comisión, va a establecer los criterios para determinar si una actividad económica se considera medioambientalmente sostenible a efectos de fijar el grado de sostenibilidad medioambiental de una inversión. El RIS 2020 ha tenido como soporte técnico el «Informe Final del Grupo Técnico de Expertos (TEG)» de marzo de 2020, en el que se contienen recomendaciones relacionadas con el diseño general de la taxonomía y sobre los criterios técnicos de selección de los dos primeros objetivos medioambientales (mitigación y adaptación del cambio climático). El papel del TEG en el asesoramiento sobre criterios de selección técnica tendrá continuidad a través de la Plataforma Permanente sobre Finanzas Sostenibles, creada por el RIS 2020 y cuya función principal será la de dar soporte técnico a la Comisión en la actualización y desarrollo de la taxonomía.»

No ofrece dudas que el camino hacia un modelo de finanzas sostenibles no tiene ya vuelta atrás, y en ese marco la incorporación de instrumentos como la taxonomía resultan de máximo interés. Un interesante y completo trabajo para la aproximación al estudio del bloque normativo de la UE es el de la profesora Tapia.

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